En Septiembre pude hacer una breve e intensa visita a mi Irlanda.
Aterrizamos en Dublín un jueves, justo a la hora de comer, y según nos instalamos, nos bebimos nuestra primera pinta, no tuvimos mucho criterio a la hora de elegir el pub, fue "ah, mira un pub, aquí mismo", pero bueno era un sitio bastante acogedor, al fin y al cabo. Luego quedamos con unos amigos y nos fuimos a hacer un par de pintas al Living Room, es un pub muy grande orientado a ver partidos básicamente. Estuvimos dando una vuelta por Grafton Street (viendo todos los artistas callejeros, ¡me encanta!), St Stephen's Green (el parque, no el centro comercial), parando a hacer una pinta en The Dawson Lounge (el bar más pequeño de Dublín), compramos algo de cena rápida y cenamos en el hotel para luego ir a tomar unas pintas al Madigans (donde tocaban música en directo) y al pub que está al lado del Doyles, finalmente nos tomamos unas cervezas en casa y a dormir.
El viernes fuimos de excursión a Dalkey, un pueblo precioso, es como una peninsulita, curiosamente es más caro que Dublín, pero es una monada de sitio, y a la vuelta paramos en Sandycove, pueblo costero con un paseo muy bonito, pudimos así aprovechar el sol (habéis leído bien, ¡sol!), y pudimos ver a la gente bañandose en el mar (que aunque haga el sol, el agua está helada), más tarde volvimos a Dublín, fuimos a tomar una pinta, y a cenar y a dormir prontito que el sábado sería duro.
El sábado teníamos programada una excursión al Ring of Kerry, así que madrugamos mucho y allá que fuimos, estuvimos todo el día recorriendo paisajes espectaculares, nos mojamos los pies en el mar y paramos a comer en Killarney (y me acordé de la canción Drunken Sailor por eso), y volvimos por la tarde, pero tarde tarde. Llegamos para la hora de cenar y nos fuimos al Doyles a beber unas pintas.
El domingo ya era nuestro último día :( por lo que dimos un paseo matutino por Dublín de despedida, encontramos la nueva localización de Molly Malone (no podía volverme sin verla) y luego estuvimos dando de comer a los patitos de un parque cerca de Parnell Street...y hasta la próxima...
Los irlandeses siguen siendo tan encantadores como antes, y es que así da gusto, espero que para la próxima no pase tanto tiempo...